miércoles, 5 de octubre de 2011

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A veces no deberiamos acostumbrarnos. Sale sin querer. Yo no quiero.

ABCDEFGHIJKLMNÑOP

No me llena.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Me sorprendió una cosa. Hablabas en presente.

lunes, 5 de septiembre de 2011

.,

Y lo volviste a olvidar, me volviste a olvidar.

lunes, 4 de julio de 2011

4J

Y yo aquí...

miércoles, 9 de marzo de 2011

Ya ves.

—¿Cómo que no existo? ——exclamó.
—No, no existes más que como ente de ficción; no eres, pobre Augusto, más que un producto de mi fantasía y de las de aquellos de mis lectores que lean el relato que de tus fingidas venturas y malandanzas he escrito yo; tú no eres más que un personaje de novela, o de nivola, o como quieras llamarle. Ya sabes, pues, tu secreto. Al oír esto quedóse el pobre hombre mirándome un rato con una de esas miradas perforadoras que parecen atravesar la mira a ir más allá, miró luego un momento a mi retrato al óleo que preside a mis libros, le volvió el color y el aliento, fue recobrándose, se hizo dueño de sí, apoyó los codos en mi camilla, a que estaba arrimado frente a mí y, la cara en las palmas de las manos y mirándome con una sonrisa en los ojos, me dijo lentamente:
—Mire usted bien, don Miguel… no sea que esté usted equivocado y que ocurra precisamente todo lo contrario de lo que usted se cree y me dice.
—Y ¿qué es lo contrario? —le pregunté alarmado de verle recobrar vida propia.
—No sea, mi querido don Miguel —añadió—, que sea usted y no yo el ente de ficción, el que no existe en realidad, ni vivo, ni muerto… No sea que usted no pase de ser un pretexto para que mi historia llegue al mundo…

Miguel de Unamuno.

miércoles, 2 de marzo de 2011

I.

Una ironía. Porque ese fue el invierno en que dejó de sonreír.

domingo, 27 de febrero de 2011

(.)

Cuando en realidad ponía: nada se hará en ti sin ti...

sábado, 5 de febrero de 2011

´-.

Y recordé aquel viejo chiste. Aquel del tipo que va al psiquiatra y le dice : 'doctor, mi hermano está loco, cree que es una gallina' y el doctor responde 'pues,¿ por qué no lo mete en un manicomio?' y el tipo le dice 'lo haría, pero necesito los huevos', pues eso es mas o menos lo que pienso sobre las relaciones humanas ¿sabe? son totalmente irracionales, y locas, y absurdas; pero supongo que continuamos manteniendolas porque la mayoria necesitamos los huevos.


Annie Hall.

martes, 25 de enero de 2011

Sin palabras.

Si el mundo estuviese hecho de harina, querríamos conocer los secretos de la harina; si de huevo, los secretos del huevo; si de plastilina, los de la plastilina.
Nosotros estamos hechos, sobre todo, de palabras.
Cuando nacemos, alguien toma en sus brazos ese trozo de carne fresca y comienza a amasarlo con palabras.
Somos niños o niñas, altos o bajos, feos o guapos, porque nos cuecen en una salsa de adjetivos, pronombres, verbos, adverbios y preposiciones.
Un hombre hecho, incluso a medio hacer, es el hijo de, el novio de, el padre de, el amigo de, del mismo modo que es ingeniero o médico o mendigo, además de español, inglés o lituano. Por eso, conviene conocer el funcionamiento de las palabras con la precisión con la que conocemos el de los pulmones.
El corazón mata, pero las palabras también. Si a usted, por ejemplo, le asignan la palabra mujer, corre el peligro de perecer a manos de un marido (llevamos 38 mujeres muertas en lo que va de año). Y si le asignan el término inmigrante, tiene bastantes posibilidades de ahogarse al cruzar el Estrecho en una balsa.
Vamos al cardiólogo cuando nos duele el corazón, pero no se nos ocurre acudir al gramático cuando nos duele la vida. Y hacemos bien, porque lo cierto es que cada uno debería ser su propio gramático. Acabo de comprar una novela titulada “Cuando eramos mayores”, de Anne Tyler (Alfaguara) cuya primera frase dice así: “Érase una vez una mujer que descubrió que se había convertido en la persona equivocada”. No puedo decirles cómo sigue porque llevo varios días intentando digerir ese comienzo tan terrible como esperanzador.
Es cierto: a veces no eres capaz de sacar adelante el proyecto que tenías de ti y te sale un inividuo detestable. Pero si dispones de los recursos verbales necesarios para darte cuenta, quizás puedas rectificar.
Me pregunto si no nos habremos convertido en las sociedades y en las naciones y en los países equivocados. Y si todavía estamos a tiempo de construir una frase tan sencilla, pero tan eficaz, como la de esa novela: érase un mundo que descubrió que se había convertido en un mundo equivocado.
Hay que hacer un pequeño esfuerzo sintáctico, pero vale la pena. Viva la gramática.

Juan Jose Millás.