Engáñame y dime que perderse
es solo rechazar puertas abiertas
y caminos
que no se bifurcan,
caminos que conducen
directamente a la boca de la primavera.
Como si no llegar a la meta solo pudiera ser
culpa mía y no una imposición de la vida.
Yo te confesaré que no he pagado ciertas aduanas
y ahora el porvenir me
reprocha en la cara
que se puede escapar de todo
menos de tus modos.
Partes en dos el suelo que piso
y archivo en la retina
los momentos en los que el mundo se retorcía contigo.
Qué tristes nosotros pidiéndole
cinco minutos más al despertador
y no una eternidad
a la persona que no nos deja dormir.
Impresionante... y luego dirás que no eres grande!
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